¿Cómo cultivar tu orquídea y no matarla en el intento?

Mucho se ha dicho sobre la dificultad para mantener vivas y saludables a las orquídeas ¡Hoy venimos a contarles una buena noticia! Si partimos de los errores más comunes en el cuidado de estas plantas, podemos solucionar los problemas que suelen ocurrirnos cuando queremos cultivarlas. ¿Te animás a romper con el mito de las orquídeas?

Los SI y los NO fundamentales de las orquídeas.

En primer lugar, NUNCA debemos elegir una orquídea por el atractivo de su flor. Si bien es una de las características más bellas de esta planta, puede llegar a traernos problemas. No todas las especies de orquídeas son aptas para crecer en interiores, por eso es importante conocerla bien antes de elegirla. Esta familia de plantas cuenta con el mayor número de especies alrededor del mundo. Se estima que podemos encontrar cerca de de 30.000 variedades.

¿Qué podemos deducir de esta sorprendente cantidad? Muy sencillo, la diversidad de orquídeas existentes es enorme, las hay terrestres, epífitas, litófitas e incluso semiacuáticas. Pero es necesario que sepas que cada una tiene cuidados específicos y no la elijas sólo por su belleza.

Te recomendamos 3 especies de orquídeas que son las variedades más fáciles de cultivar: Alevilla, Dendrobium y Oncidium.

Una vez tengamos nuestra planta, hay algunos factores fundamentales que tenemos que tener en cuenta al momento de elegirle un lugar en nuestro hogar. Estos son: la luz, la ventilación, el riego, la temperatura, y la humedad. Puede que parezca complicado ¡Pero no te desanimes! Si tu orquídea se encuentra a gusto en el ambiente que elegiste para ella, ya tenemos la mitad del trabajo hecho. Ahora ¡Pasemos a la acción!

– Orquidea Alevilla

– Orquidea Dendrobium

– Orquidea Oncidium

Dicen que la clave no es preocuparse, sino “ocuparse”…

Muchas veces escuchamos que las orquídeas son caprichosas. Nosotros preferimos llamarlas incomprendidas. Siempre tenemos que recordar que  Estas plantas son originarias de zonas tropicales y están acostumbradas a condiciones de elevada humedad, temperaturas altas, bastantes horas de luz pero no directa. Las orquídeas nacen y crecen entre los árboles de estas zonas, por eso, encuentran protección de los rayos entre sus hojas, y sólo reciben la luminosidad y temperatura justas que necesitan para vivir ¿Cómo recrear estas condiciones en casa?

Luz: Deben estar en un espacio iluminado (fuera de los horarios en los que el sol es más fuerte y nocivo porque puede quemarlas). Pueden estar en el interior de la casa, pero el ambiente tiene que estar ventilado y sin exceso de calefacción. La temperatura indicada es entre los 20 y 30 grados.

¿Qué pasa con el riego? Tanto el exceso, como la falta de regado es letal para esta planta. Recuerda: equilibrio. No es más que eso lo que necesita. Y es algo que se adquiere con la práctica. Solo tenés que regarla cuando el sustrato empieza a mostrar signos de sequedad y NUNCA hacerlo a diario ni cuando el plato de la maceta tiene agua. Es preciso tener en cuenta que el agua de riego debe tener temperatura ambiente. Siempre es importante recordar que las orquídeas no pueden regarse con la primera agua que tengamos a nuestro alcance. Normalmente el agua corriente que sale de la canilla de nuestra casa presenta una alta dureza, cloro, elevado PH y otros componentes que la hacen altamente perjudicial. Recomendamos regarla con agua mineral, filtrada, o agua de lluvia. Podemos recolectar un poco de esta la próxima vez que llueva y guardarla en una regadera o una botella.

Macetas: la maceta en la que se plante, debe favorecer que sus raíces permanezcan apretadas para conservar su firmeza. La tierra debe ser una mezcla de gravilla y tierra suelta, que permitan un adecuado drenaje y eliminación rápida del agua. Es ideal que tengan perforaciones no solo abajo, sino también en los laterales para que este sea más efectivo y no se “ahoguen”.

Plagas: te recomendamos que vigiles si presentan gusanos o escamas, estas plantas son susceptibles de contraer enfermedades y plagas con facilidad. Y no por último menos importante: no abusar de los fertilizantes es el mejor consejo para que crezcan sanas y fuertes.

Por último, nutrientes: Aportar nutrientes a tus orquídeas es una buena manera de impulsar el crecimiento natural y la aparición de una nueva flor. Los fertilizantes deben incluir en su composición concentraciones de nitrógeno, fósforo y potasio. Lo ideal es aplicar el fertilizante durante el riego por inmersión, aplicando la cantidad de fertilizante necesaria en el agua. En nuestro local podés encontrar el feltilizante perfecto para tus orquídeas.

La belleza de las orquídeas es inigualable, el trabajo vale absolutamente la pena. Esperamos que estos consejos te sirvan para cuidar de esta planta tan maravillosa ¿Tienen más dudas sobre el cuidado de las orquídeas? Escríbannos en los comentarios y con gusto les respondemos.

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