Queremos festejar el amor, queremos festejar el compromiso y queremos festejar los días especiales de nuestros lectores. El día de hoy les traeremos una historia contada en primera persona sobre un aniversario diferente a otros. Una hija que adora a sus padres decide hacerles un regalo especial para festejar un día inolvidable en la vida de la pareja ¿Nos acompañas a leerla?

 Hoy mis viejos cumplen 40 años de casados. Es una fecha sumamente especial para todos y ambos la estuvieron esperando todo el año “Se vienen las bodas de Rubí” suele decir mi mamá. Sé que está muy emocionada por festejar este día. Mi papá, por su lado,  se hace el distraído, el que se olvida, le encanta molestarla siempre que pude. Creo que es una de las cosas que hicieron que sus años juntos sean tan felices es que les encanta. Se toman en pelo uno al otro, se molestan y yo me río siempre. Me pone muy contenta verlos celebrar su amor y quiero ser parte de este momento. Vengo planeando desde hace unas semanas el obsequio que voy a hacerles. Déjenme que les cuento un poco más sobre él.

Lo que tengo planeado es un secreto, sé que los va a emocionar mucho a ambos y los va a remontar a tiempos pasados. Les voy a regalar un ramo de rosas rojas con flores blancas. Estas son las flores que usó mi mamá camino al altar. Quiero darles una reminiscencia de ese hermoso día en que decidieron estar juntos para siempre. Decisión que hasta el día de hoy sostienen con orgullo, y más orgullosa no podría estar yo de ellos. Un ejemplo de vida, de unión y de saber compartir sin importar las diferencias.

Siempre me pareció que las flores reflejan momentos únicos. Que tienen la capacidad de transportarnos en el tiempo hacía momentos felices. Pueden hacer que un simple regalo signifique muchas muchas otras cosas, entre ellas (y sobre todo) el amor y el aprecio que tiene una persona por la otra.

Hoy le tocó a mis papás festejar su hermoso día, sus 40 años juntos. Espero poder compartir la misma felicidad que han demostrado ellos toda su vida. ¡Feliz aniversario viejitos! Los quiero con todo mi corazón.

«Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad basta mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.»

– Pablo Neruda

¿Tienen alguna historia que quieran compartir con nosotros? ¡Escríbanos en los comentarios y nos comunicaremos!