Delicados colores claros – Hiperrealismo

¿Alguna vez escuchaste hablar sobre el hiperrealismo? Este movimiento artístico surgido en los años 60 no deja de sorprendernos con su precisión casi fotográfica. Hoy en CecileMag nos sumergiremos en su historia, presentaremos a sus principales exponentes y les mostraremos el arreglo floral que hemos diseñado inspirándonos en las principales características de esta increíble forma artística.

Conocido también como Superrealismo, Realismo Fotográfico y Fotorrealismo, es un movimiento pictórico surgido en la década de los ’60, cuyas técnicas aspiran a una precisión casi fotográfica. Los hiperrealistas rechazan cualquier interpretación de la realidad de la que proponen una reproducción mecánica.

El punto de partida de los hiperrealistas es casi siempre, en el caso de la pintura, una fotografía, generalmente ampliada. En el caso de la escultura consiste en diversas capas moldeadas sobre personas vivas. A diferencia del pop art, su predecesor cultural directo, el hiperrealismo evita toda intensificación satírica y sociológica para desarrollar una ilusión mimética a menudo casi rozando el virtuosismo.

Muchas veces se ha dicho que los pintores hiperrealistas carecen de subjetividad, ya que simplemente se dedican a copiar de manera metódica una fotografía para retratarla de la manera más fidedigna posible. Pero nosotros no creemos que esto sea cierto. Si bien la pintura hiperrealista es objetiva (pinta exactamente lo que se ve), el artista no deja de estar presente con su subjetividad ¿Qué significa esto? Que el autor siempre estará presente en su obra ya que imprime en ella su forma de ver el mundo, sus creencias, su realidad y el encuadre que decide recortar.

Algunos de los artistas hiperrealistas más conocidos son Antonio López, Jason Degraaf,  Danka Weitzen , David Parrish , Richard Estes y Alyssa Monks

Ahora sí ¡Hablemos de flores! Como su nombre lo dice, “Clara” es un bouquet de colores claros, apastelados que juntos forman un arreglo delicado y simple. En el mismo se pueden ver diferentes texturas y tamaños de flores, lo que lo hace más diverso. También se aprecian distintas formas, tanto del verde como de las flores. Con pequeños acentos de amarillo se asimila a esta obra de la artista Danka Weitzen. Una polaca nacida en los años 50, dueña de un hiperrealismo en donde fácilmente se confunde la realidad con la ficción. Sus cuadros realmente parecen fotografías y hay que mirarlos dos veces para asegurarse de que no lo sean.

En este cuadro la artista pone el acento en los tonos amarillentos, pero sin dejar de lado la cantidad de blanco necesaria y sus distintos niveles de saturación.

¿Conocías este movimiento? ¿Se te ocurren otras características de esta inccreible forma de pintura? Leemos sus comentarios.

«Hermosas adelfas» – Danka Weitzen