Los caprichos de una diva
¿Qué es lo que hace que una celebridad se fije en una flor en particular? ¿Será la sensualidad de su forma o su olor atrayente? Tantas cosas pueden atraernos de una flor, pero una cosa es segura, son el perfecto accesorio para una diva.
Estoy hablando de Marilyn Monroe, la preferida de Hollywood de todos los tiempos. Su nombre ya se ha hecho marca y su rostro es tan conocido como la Mona Lisa. A pesar de que luchaba con una fuerte depresión, logró encantar a todos con su sonrisa y es, sin dudas, una figura atemporal.
Ya sea para una producción fotográfica o solamente para adornar su cabello o habitación, las flores preferidas de Marilyn debían ser de color rosa. La actriz podía disfrutar de un simple clavel como ornamento, pero las flores que más adoraba eran las rosas y, por supuesto, que de color rosa.
Todo aquel que conociera a Monroe sabía de su adoración por estas flores, incluído su segundo marido, Joe DiMaggio. Él mismo ordenó, luego del triste fallecimiento de la diva, a una reconocida florería que enviase tres veces por semana rosas rosadas a su tumba. Lo increíble es que dicho pedido fue recurrente por veinte años!