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La dedicatoria que toda mamá quiere recibir

El amor de una madre es, quizá, uno de los más incondicionales que recibiremos en nuestra vida. Un afecto constante, latente, irreemplazable. Es un sentimiento de pertenencia y reciprocidad que llena el corazón y que nos acompaña. Las madres son un elemento de sostén a lo largo de nuestro camino, que nos alienta para seguir adelante.

Entonces ¿Cómo corresponder a tal gesto de entrega? ¿Cómo encontrar las palabras correctas para expresar todo aquello que sentimos? Es una tarea tanto complicada como hermosa. Escribir una dedicatoria a una madre es intentar conectar con nuestros sentimientos más profundos, más innatos. El vínculo que suele unirnos nos ha acompañado durante toda nuestra vida y eso significa que ha sufrido altas y bajas, como toda relación. Eso hace que nuestro lazo sea no solo especial, sino irrepetible.

Las palabras pueden escabullirse, pero no hay que tenerles miedo. La hoja en blanco no es una amenaza, es una invitación. Intentemos recordar por qué estamos escribiendo, qué le estamos dedicando ¿Es un día especial para ella? ¿Sucedió algún evento imprevisto? ¿Solo queremos demostrarle nuestro afecto? Pensemos las circunstancias que nos han traído a esta hoja en blanco. El siguiente paso es dejar fluir nuestros sentimientos, esta puede ser la parte que suele asustarnos pero hay que tener constancia, dejar la vergüenza de lado.

Comencemos con un borrador, podemos escribir palabras aisladas, frases, alguna cita que la represente, podemos escribir deseos e intenciones, afectos, secretos, despojémonos de la vergüenza. Dejemos fluir todo aquello que puede estar frenándonos. Permítanse tachar, reescribir, arrancar, tirar, modificar. Permítanse parar si no encuentran las palabras correctas, despejen su cabeza y vuelvan a intentarlo ¿Quién es su mamá? ¿Qué significa para ustedes?

Reconectémonos con nuestras experiencias compartidas y remontémonos a momentos en los que su vínculo haya sido más fuerte que nunca. Empapémonos de esos recuerdos. Todas las madres tienen un aspecto especial que las hace únicas. Puede ser desde un detalle, hasta un rasgo imponente de su personalidad que admires o que te haya inspirado ¡No te olvides de mencionarlo! Abracemos los detalles, la originalidad, dejemos ir a los clichés. Tampoco tengamos miedo de equivocarnos, si hay alguien en el mundo que nos entenderá va a ser nuestra madre.

No subestimen la importancia de tomarse el tiempo necesario para hacer una buena dedicatoria. Garabatear rápidamente unas frases pre-hechas puede ser mucho más sencillo pero, ¿Saben qué dedicatoria quieren recibir todas las madres? Aquella hecha con amor. Aquella que realmente conecte con el vínculo que tienen, que pueda dejar ver sus sentimientos y todo lo que han vivido juntos. Quieren una dedicatoria que venga de ustedes, que haya sido escrita con afecto, que pueda demostrar, al menos parcialmente, todo lo que sienten por ella. Sin duda es un desafío, algunos sentimientos son simplemente inabarcables, pero podemos ir acercándonos a ellos… una palabra a la vez.

«Los brazos de una madre son más reconfortantes que los de cualquier otra persona».

Princesa Diana de Gales