Ubicación

• El lugar ideal para colocar el ramo es un sitio fresco, donde no dé el sol directo y no haya corrientes de aire.

Retirar el exceso de hojas

• Antes de poner el ramo en el florero, retirar todas las flores y hojas que queden dentro del florero, ya que estas estimulan la producción de bacterias.

• Una vez que las flores comienzan a marchitarse, es conveniente ir cortándolas. Esto ayudará no sólo a mejorar la estética del ramo, sino también su hidratación.
• Es recomendable agregar alimento para flores o “flower food”, que se puede conseguir en nuestro local. Es un producto holandés y en su fórmula tiene un alto contenido de nutrientes que cubren las necesidades de la flor prolongando su duración.

Cortar los Tallos

• Para ayudar en la absorción del agua debemos cortar los tallos 1 cm en forma oblicua, antes de ponerlos en agua (aunque hayan sido cortados previamente por la florista, se recomienda hacerlo siempre en el momento inmediato anterior a ponerlas en agua)
• El corte en diagonal impide que el extremo del tallo se apoye directamente en el fondo del jarrón y genera más superficie en contacto con el agua de manera que se absorba mejor.
• Este corte de 1cm debe realizarse cada vez que se cambia el agua. Es recomendable tener preparado de antemano el florero bien lavado y con agua limpia. Apenas se cortan los tallos, los sumergiremos en el agua, de esta manera evitamos que se seque el corte

Cambiar el agua diariamente

• Una de las principales razones por la cual el ramo se echa a perder rápidamente es por las bacterias que se desarrollan en el agua. Por eso es muy importante mantener el agua fresca cubriendo 2/3 del florero, no más.