La planta de manuka, conocida por su miel medicinal, requiere un cuidado especial para florecer y prosperar en el exterior.
Aquí hay algunos consejos clave para su cultivo:
- Luz solar: Colocar la planta en un lugar soleado, preferiblemente en el lado sur del jardín, donde reciba la luz más intensa durante la mayor parte del día.
- Suelo: Necesita un suelo bien drenado, de pH neutro a ligeramente ácido, y que no se encharque.
- Riego: Mantener un riego moderado, evitando el exceso de agua, y asegurando que el sustrato se seque entre riegos.
- Fertilización: Aplicar fertilizante durante la temporada de crecimiento, entre la primavera y el otoño, y evitarlo durante los meses de invierno.
Temperatura: Proteger la planta de heladas extremas y mantenerla en un ambiente fresco con temperaturas entre 7 y 9 grados.
Estos cuidados asegurarán que la planta de manuka florezca y se mantenga en óptimas condiciones para disfrutar de su belleza y beneficios. -
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