El Citrus sinensis, conocido comúnmente como naranjo dulce, es un árbol frutal perenne perteneciente a la familia de las rutáceas. Muy cultivado por su fruto aromático y jugoso, combina valor ornamental y productivo en jardines y huertos domésticos

Características principales:

Altura: Puede alcanzar entre 3 y 7 metros, con copa redondeada y densa.

Copa y tronco: Tronco corto, ramas espinosas y corteza grisácea; follaje brillante de verde intenso.

Hojas: Simples, ovaladas, con aroma cítrico característico.

Floración y fruto: Florece en primavera, produciendo flores blancas muy fragantes llamadas azahares; el fruto es una naranja esférica de cáscara anaranjada y pulpa dulce.

Adaptabilidad: Prefiere climas templados o subtropicales, soporta breves heladas y se adapta bien a suelos fértiles y soleados.

Usos recomendados:

Ideal para huertos familiares, jardines ornamentales o cultivos pequeños. Su floración perfumada y frutos vistosos aportan belleza y funcionalidad a cualquier espacio verde.

Cuidados básicos:

Ubicación: Requiere pleno sol y buena ventilación.

Suelo y riego: Prefiere suelos fértiles, bien drenados y ligeramente ácidos; riego regular, evitando el exceso de humedad.

Mantenimiento: Poda ligera tras la cosecha para mantener la forma y estimular la fructificación.

Precauciones: Proteger de heladas intensas y controlar plagas como pulgones o cochinillas con manejo ecológico.